Delirium

¡Hola a todos!

En este post, quiero hablar sobre el Delirium, un trastorno cognitivo que se caracteriza por una alteración en la percepción de la realidad temporal.

El Delirium, o Delirio, puede afectar la capacidad de una persona para pensar claramente, procesar información y realizar actividades cotidianas.

Una persona con este trastorno puede presentar confusión mental, deterioro significativo de la memoria y alteración en el pensamiento, el juicio y el comportamiento.

A menudo se presenta en personas mayores o en aquellos con enfermedades médicas subyacentes, como la enfermedad renal o hepática, la infección, la deshidratación o el uso de ciertos medicamentos.

El Delirio puede ser temporal o permanente y puede tener consecuencias graves, como la pérdida de capacidad para cuidarse a sí mismo o incluso la muerte.

Es importante que se detecte y trate de manera oportuna para minimizar su impacto en la vida de la persona afectada y de su familia.

En este post, daremos un repaso a los síntomas, causas y tratamiento del Delirium. También exploraremos algunas estrategias eficaces para prevenirlo y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.

Al final, también compartiremos algunos consejos prácticos para las familias y cuidadores de las personas afectadas. ¡Esperamos que encuentres este post útil!

Definición de Delirium

Delirium es un síndrome clínico caracterizado por una disminución repentina en la conciencia y funciones cognitivas que ocurre durante el transcurso de una enfermedad.

Esto significa que el paciente tendrá dificultades para recordar información recién aprendida, la atención se desvía fácilmente y hay un cambio en el estado de ánimo.

El Delirium, a menudo, es causado por problemas médicos como:

  • Infección
  • Deshidratación
  • Uso excesivo del alcohol
  • Uso abusivo de drogas
  • Cambios bruscos en los niveles hormonales
  • Efectos secundarios de los medicamentos.

Los síntomas incluyen:

  • Confusión mental
  • Trastornos del sueño
  • Alucinaciones auditivas o visuales
  • Conducta extraña
  • Discurso incoherente
  • Deterioro de la memoria
  • Desorientación
  • Ansiedad
  • Agitación

En su mayor parte, los pacientes son tratados con cuidados paliativos y terapias farmacológicas.

¿Cuáles son los factores que contribuyen al Delirium?

Esta afección se presenta con síntomas como trastornos en el funcionamiento cognitivo y alteraciones del estado de ánimo, lo que puede tener un efecto significativo en la salud y el bienestar tanto físico como mental.

Existen varios factores contribuyentes al desarrollo de este trastorno. Estos incluyen:

Ciertas enfermedades médicas subyacentes

En primer lugar, parece haber una correlación entre el Delirium y algunas afecciones médicas subyacentes. Por ejemplo, se ha demostrado que las infecciones respiratorias agudas siguen siendo una causa común de Delirium.

Además, hay evidencia para sugerir que la cardiopatía isquémica crónica y la insuficiencia renal crónica están asociadas con mayores riesgos de desarrollar este trastorno mental.

La evidencia sugiere también que las personas que reciben diálisis renal pueden ser particularmente vulnerables al Delirium.

Deficiencias nutricionales

Además de estas condiciones médicas subyacentes, también existen deficiencias nutricionales relacionadas con el desarrollo del Delirium.

Investigaciones recientes han demostrado una fuerte correlación entre deficientes niveles de proteínas plasmáticas y mayor riesgo de desarrollar este trastorno mental.

Los científicos han descubierto también que las personas con niveles inferiores a la media de vitamina B12 o hierro tienen mayores probabilidades de experimentar estados melancólicos o delirantes asociados con el cuadro clínico general.

Problemas neuropsicológicos asociados con el envejecimiento

Hay evidencias para sugerir que los problemas neuropsicológicos asociados con el envejecimiento pueden contribuir significativamente al desarrollo del síndrome delirante.

Por ejemplo, las pruebas han mostrado que las personas mayores son particularmente propensas a experimentar deterioro cognitivo relacionado con la memoria, atencionalidad y lenguaje verbal, todos ellos son componentes importantes para comprender este diagnóstico clínico específico.

Además, se ha encontrado una fuerte correlación entre mayores niveles de depresión o ansiedad con mayor incidencia de episodios melancólicos quirografarios agudos.

Exposición prolongada a medicamentos psiquiátricos

Finalmente, hay mucha evidencia para sugerir que la exposición prolongada a medicamentos psiquiátricos u otros medicamentos puede actuar como con moduladores positivos para el desarrollo del trastorno del Delirio.

¿Qué síntomas presenta una persona con Delirium?

El Delirium es una condición clínica que se caracteriza por una confusión mental generalizada y cambios en la conciencia, así como el deterioro de la orientación temporal y espacial.

Cuando una persona padece Delirium, su respuesta a estímulos se ve seriamente afectada. Esto hace que la percepción y el pensamiento no sean óptimos, lo que resulta en síntomas tales como:

  • Desorientación
  • Alteración de los sentidos
  • Alucinaciones (en ciertos casos)

En cuanto a la respuesta emocional, generalmente hay síntomas variados. Estas emociones son extremadamente intensas y oscilan entre:

  • La irritabilidad
  • Agitación
  • Cambios rápidos de humor

También se encuentran síntomas físicos, incluyendo:

  • Fatiga crónica
  • Hipersensibilidad a diferentes estímulos

Los problemas con la atención también son comunes para quienes tienen Delirium. Están extremadamente distraídos porque su cerebro no es capaz de procesar mucha información al mismo tiempo o enfocarse en un tema durante mucho tiempo.

Además, sus funciones cognitivas se vuelven más lentas que antes, lo que significa que les resultará más difícil recordar cosas nuevas o aprender información nueva.

Por último, pero no menos importante, los pacientes con Delirium también presentan problemas para hablar coherentemente o controlar sus movimientos voluntarios correctamente.

Los problemas motores implican un descontrol muscular y postural, además de balancearse exageradamente mientras camina o escucha ruidos musculares involuntarios debido al temblor descontrolado de las manos o los pies.

Estas son las principales manifestaciones clínicas dentro del trastorno conocido comúnmente como Delirium.

Sin embargo, es importante recordar que está relacionado con otros problemas mentales y somáticos subyacentes que deben ser abordados exclusivamente por medio de tratamiento y terapia personalizada, bajo supervisión profesional calificada para mejorar el estado emocional y físico del paciente durante el largo proceso recuperativo.

¿Cómo se diagnostica el Delirium?

El diagnóstico es profundamente importante para identificar esta condición y así lograr un adecuado manejo clínico, evaluación y pronóstico.

Una vez dicho esto, es necesario señalar que el Delirium se caracteriza por ser un trastorno disfásico, es decir, los síntomas son múltiples y cambiantes dependiendo del paciente. Estos síntomas generalmente abarcan:

  • Disminución de la consciencia
  • Confusión mental
  • Desorientación temporal o espacial
  • Ansiedad intensa
  • Ataques de pánico
  • Alucinaciones tanto visuales como auditivas
  • Expresan un lenguaje incoherente e incluso presentan alteración en sus comportamientos.

Debido a las manifestaciones diversas de este trastorno mental, el diagnóstico se realiza mediante la administración de distintas pruebas clínicas.

Estas incluyen la valoración general del estado físico del paciente así como la exploración neurológica procedente de exámenes clínicos tales como:

  • Tomografía computarizada (TC)
  • Resonancia Magnética Nuclear (RMN)
  • Electroencefalograma (EEG)

A partir de aquí se procederá con diferentes exámenes de laboratorio orientados a detectar alteraciones hormonales, anormalidades metabólicas y presencia patológica en sangre u orina.

Por otra parte, el proceso diagnostico también contempla herramientas tales como escalas de somnolencia o irritabilidad; ratio razonamiento figura-fondo o test dedicados para describir los síndromes cognitivos presentados por el paciente.

Todas estás pruebas son consideradas particularmente útiles, ayudando directamente al profesional para determinar si el sujeto requiere ingreso hospitalario para recibir tratamientos farmacológicos específicos.

En casos crónicos, también se realizan revisiones psiquiátricas, ya sea por parte de equipos multidisciplinarios o por individuos experimentados en lectura acerca del comportamiento o manifestaciones cognitivas que derivan directamente del cuadro patológico previo, establecido para cada sujeto.

¿Cómo puede prevenirse el Delirium?

En los últimos años, mucha atención se ha destinado a la prevención del Delirio,  también conocido como Demencia Confusional Aguda.

Este trastorno mental puede ser una afectación devastadora para las personas que lo sufren y sus familias. Además, en algunos casos puede requerir de hospitalización prolongada o incluso permanente.

Debido a esto, hay una gran necesidad de identificar formas efectivas de prevenir e incluso mejorar los síntomas de este trastorno mental.

Esta tarea no es fácil, ya que el delirio tiene diferentes causas subyacentes, tales como:

  • Enfermedad renal crónica
  • Trastornos metabólicos asociados con la diabetes mellitus (DM) tipo 2
  • Hipoxia severa asociada con insuficiencia respiratoria crónica o aguda (IRC)
  • Accidente cerebrovascular (ACV) u otros tipos de traumatismo cerebral adquirido (TCA)

Por este motivo, es importante comprender cómo estas condiciones subyacentes pueden contribuir a la progresión del trastorno mental, antes de abordar cualquier plan intencional para prevenir el Delirium Stuporous.

Existen medidas preventivas importantes que incluyen cambios en el estilo de vida para disminuir los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo o empeoramiento del trastorno mental

Además del diagnóstico temprano y corrección clínica apropiada para aquellas condiciones médicas subyacentes, tales como diabetes mellitus u otros problemas metabólicos asociados.

Asimismo, reducir los factores ambientales comunes relacionados con el confusiones como las diferencias horarias y factores externos estresantes también son especialmente importantes en la prevención del Delirius.

¿Qué tratamientos están disponibles para el delirium?

Como psicólogo, es mi responsabilidad estar al tanto de los tratamientos disponibles para el delirium, un trastorno mental que se caracteriza por fluctuaciones graves en la consciencia y el nivel de alerta.

A continuación describiré algunos tratamientos disponibles para el Delirium:

Evaluación y control de las condiciones médicas subyacentes

En primer lugar, un componente central del tratamiento del Delirium es la evaluación y el control de las condiciones médicas subyacentes que contribuyen a sus síntomas, como la deshidratación, la infección o la deficiencia nutricional.

Estos problemas pueden ser fácilmente detectados e intervenidos mediante exámenes físicos regulares junto con pruebas diagnósticas adicionales si es necesario.

El objetivo principal es proporcionar al paciente los cuidados necesarios para determinar y mejorar los factores precipitantes que contribuyeron al delirio.

Terapias comportamentales

En segundo lugar, existen varias terapias comportamentales diseñadas para abordar los síntomas clínicos asociados con el Delirium.

Técnicas Cognitivas-Conductuales

Mi enfoque preferido es usar Técnicas Cognitivas-Conductuales (CBT) adaptadas a las necesidades individuales del paciente.

Dichas técnicas buscan modificar pensamientos disfuncionales e identificar fuentes perturbadoras o desencadenantes externos que contribuyen al delirio.

Además, esta terapia, generalmente, implica educación sobre cómo manejar los pensamientos disruptivos que surgen durante los episodios de delirio.

Entrenamiento en Habilidades Sociales

Otra terapia útil es el Entrenamiento en Habilidades Sociales (TS). Este enfoque tiene como objetivo ayudar a las personas a relacionarse mejor con otros y mejorar su capacidad para actuar adecuadamente dentro de situaciones socialmente aceptables.

La combinación de técnicas CBT con TS puede permitirle al paciente aprender nuevas habilidades positivas que les ayudan a lidiar mejor con sus episodios recurrentes de confusión mental e incapacidad cognitiva asociada al Delirium.

Opciones farmacológicas

Finalmente, existen diversas opciones farmacológicas disponibles para el tratamiento del Delirium, si otros métodos no han tenido éxito o si hay un riesgo inminente de sobre estimulación o deterioro cognitivo debido al trastorno mental.

Estas opciones farmacológicas generalmente se dirigen a mejorar los síntomas relacionados con la ansiedad y/o depresión asociados con el Delirium.

Los antipsicóticos son particularmente útiles, ya que actúan directamente sobre el cerebro previniendo episodios recurrentes de ansiedad e incapacidad mental por Delirium.

Sin embargo, tales medicamentos pueden provocar graves problemas de salud, por lo que es importante la supervisión de un profesional, y seguir estrictamente la dirección médica respectiva.

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Delirium: Resumen

  1. El Delirium es un trastorno cognitivo agudo caracterizado por una disminución de la conciencia y por cambios en el estado mental, tales como confusión, alucinaciones y desorientación.
  2. Es un síntoma que puede presentarse en personas mayores con demencia o enfermedad neurológica avanzada, así como también se puede manifestar después de determinadas cirugías o tratamientos médicos.
  3. Los principales factores que contribuyen a su aparición son: infecciones, drogas psiquiátricas/analgésicas, desequilibrios metabólicos (hipoxia), lesiones cerebrales traumáticas y alteraciones hidroelectrolíticas (deshidratación).
  4. Un diagnóstico preciso requiere evaluación clínica detallada para descartar otros problemas médicos o mentales subyacentes que podrían ser responsables del comportamiento anormal observado.
  5. Existe un abordaje terapéutico multidisciplinar para el manejo adecuado del paciente con Delirium; incluyendo controles periódicos de sus constantes vitales y revisión farmacológica entre otros aspectos relevantes para su mejoría.

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