Bienvenidos a mi blog Psicodiabetes! Hoy, me gustaría hablaros sobre un tema muy importante, al que la mayoría de nosotros no prestamos suficiente atención: las convulsiones.
Una convulsión es una descarga súbita de energía eléctrica en el cerebro, lo que produce una serie de movimientos musculares involuntarios y pérdida de conciencia.
Las convulsiones pueden ser muy peligrosas, y es importante conocer los signos y síntomas para poder actuar con rapidez y precaución.
En este post, profundizaremos en las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de las convulsiones, así como en la forma en que la afección puede afectar a la vida diaria de una persona.
Espero que encuentren esta información útil y se animen a compartirla con sus seres queridos.
¡Gracias por leer!
Definición de Convulsión
Una convulsión es una descarga repentina y anormal de la actividad eléctrica en el cerebro, que provoca un patrón de movimientos involuntarios y a veces manifestaciones visuales, auditivas, olfativas o táctiles.
Estas descargas anormales pueden provocar síntomas como:
- Temblores
- Espasmos
- Pérdida de conciencia temporal
- Movimientos incontrolables de los músculos
- Cambios repentinos en la respiración
- Confusión mental
- Desorientación espacial
Las convulsiones pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos.
En algunos casos, los episodios son breves y no requieren tratamiento. Sin embargo, si una persona tiene una convulsión que dura más de 5 minutos o si tienen más de un episodio en un período corto de tiempo, es importante que reciban atención médica de emergencia.
Cuando las convulsiones se presentan, el cuerpo experimenta contracciones musculares involuntarias acompañadas por un estado mental alterado.
La causa más común, son los trastornos epilépticos, pero también pueden ser causados por:
- Falta de oxígeno en el cerebro
- Problemas metabólicos
- Lesiones
- Infecciones
- Otros trastornos neurológicos
Las convulsiones son desconcertantes para los observadores, pero resultan extremadamente aterradoras para aquellos que las experimentan.
Muchas personas tienen dificultades para recordar lo que sucedió durante una crisis y la actividad eléctrica cerebral puede ser visiblemente anormal durante algún tiempo después de una convulsión.
¿Cuáles son los síntomas comunes de una convulsión?
En un primer momento me gustaría explicar que hay muchas clases diferentes de convulsiones; algunas son más graves que otras. Pero todas ellas producen algunos signos y síntomas comunes.
Estos síntomas comunes incluyen:
- Temblores violentos
- Movimientos incontrolables
- Contracciones musculares en diferentes partes del cuerpo
- Pueden sentir calambres o picazón en los pies y las manos, en general
- Pierden la conciencia durante o después de un ataque
- Eructan o gimen antes o durante la convulsión
- Se frotan los ojos, resoplan , mascullan palabras sin sentido
- Desvanecerse temporalmente
- Miran fijamente hacia adelante
Estos síntomas no tienen por qué aparecer todos juntos a la vez, sino que cada paciente reacciona de manera diferente cuando presentan esta patología.
Por ello, es importante destacar qué los tipos y grados de las manifestaciones físicas dependen del área cerebral afectada por la descarga eléctrica anormal y cuán extensas son éstas zonas impactadas.
Es necesario recalcar también que los síntomas de los que te he hablado son algunos de los más significativos relacionados con las convulsiones. Sin embargo, existen otros síntomas menores que no se deben ignorar, puesto que pueden ser igualmente indicativos para detectar la presencia de esta patología. Por ejemplo:
- Algunas personas pueden experimentar sensibilidad auditiva extremadamente alta
- Temblor en la cara
- Problemas cognitivos
- Comportamiento agresivo
- Incapacidad para controlar sus acciones motrices
Además , se han encontrado casos raros asociados con:
- Vómito
- Taquicardia
- Parálisis facial
Otras condiciones tales como amnesia transitoria (ojalá breve) también han sido identificadas comúnmente entre aquellos con este problema .
Para finalizar, me gustaría remarcar que ahora sabemos qué debemos buscar cuando se trata del diagnóstico temprano relacionado con este problema tan vergonzoso para muchos.
Está bien documentado que, si nos percatamos temprano acerca de estos signos identificables, podremos prevenir futuras complicaciones potencialmente graves, asociadas con las convulsiones.
Es importante que ante la presencia de estos síntomas, se acuda al médico para que así el paciente reciba la atención pertinente.
¿Qué factores contribuyen al desarrollo de una convulsión?
Como psicólogo es mi deber estudiar los factores que contribuyen al desarrollo de una convulsión.
Una convulsión, es un trastorno del cerebro caracterizado por cambios súbitos y repentinos en el estado mental, la actividad eléctrica cerebral y los movimientos musculares involuntarios.
Existen diversos factores que contribuyen al desarrollo de una convulsión, entre ellos las:
- Lesiones cerebrales
- Enfermedad genética
- Falta de oxígeno durante el parto
- Ciertas condiciones médicas
Lesiones cerebrales
En primer lugar, el daño o lesiones cerebrales hacen que un individuo sea más propenso a desarrollar una convulsión. Estas lesiones pueden ser traumáticas o no traumáticas.
Traumáticas
Se ha demostrado que las lesiones traumáticas al cerebro, tales como las causadas por accidentes automovilísticos o caídas, pueden ser particularmente influyentes al desarrollo de la epilepsia.
No traumáticas
Además, hay evidencia de que determinadas lesiones no traumáticas, relacionadas con problemas metabólicos, generalmente conducen a un aumento del riesgo de sufrir este tipo de trastornos neurológicos.
Enfermedad genética
En segundo lugar, la enfermedad genética también contribuye al desarrollo de una convulsión.
Muchas veces hay factores hereditarios asociados con esta condición, puesto que ciertos genes específicos pueden pasarse directamente entre familiares.
Si bien existe mucha investigación para confirmar los genes responsables del desarrollo epidémico de la epilepsia, todavía no se comprende plenamente esta área.
Falta de oxígeno durante el parto
Tercero, la falta de oxígeno durante el parto también se ha identificado como factor importante para el desarrollo de esta condición médica.
Estudios recientes sugieren que si el bebé se priva del oxígeno durante sus primeros minutos o días después del nacimiento, se incrementan significativamente sus probabilidades de padecer convulsiones clínicamente adelantadas en la vida adulta.
Por lo tanto, las complicaciones y medicamentos pueden ser importantes que contribuyan al riesgo infantil para la epilepsia fetal.
Otras condiciones médicas
Las convulsiones pueden ser causadas por una variedad de condiciones médicas. Entre ellas se incluyen:
- Enfermedades neurológicas
- Trastornos metabólicos
- Infecciones
- Afecciones del sistema inmunológico
- Trastornos del desarrollo
- Intoxicaciones medicamentosas
- Encefalopatías epilépticas
- Traumatismos craneoencefálicos
- Tumores cerebrales
Enfermedades neurológicas
Las enfermedades neurológicas más comunes que pueden causar convulsiones son las epilepsias. Estas enfermedades se caracterizan por la presencia de descargas eléctricas anormales en el cerebro que provocan episodios de convulsiones.
Trastornos metabólicos
Los trastornos metabólicos como:
- Hipocalcemia
- Hipomagnesemia
- Hipoglucemia
- Acidosis metabólica
También pueden causar convulsiones, especialmente en los niños.
Estos trastornos se producen cuando los niveles de algunos electrolitos o glucosa en la sangre se desequilibran.
Infecciones
Las infecciones también pueden conducir a convulsiones. Algunos ejemplos de estas son la:
- Meningitis
- Encefalitis
- Sarampión
- Herpes simple
- Salmonelosis
Afecciones del sistema inmunológico
Las afecciones del sistema inmunológico, como la enfermedad de Graves o enfermedad de Hashimoto, también pueden provocar convulsiones.
Estas afecciones se caracterizan por un sistema inmunológico hiperactivo que ataca a las propias células del cuerpo.
Trastornos del desarrollo
Los trastornos del desarrollo, como el autismo, también pueden provocar convulsiones.
Estos trastornos se caracterizan por un funcionamiento anormal del cerebro, que puede causar dificultades en el lenguaje, la socialización y el comportamiento.
Intoxicaciones medicamentosas
Las intoxicaciones medicamentosas también pueden ser causantes de convulsiones. Esto ocurre cuando una persona ingiere una cantidad excesiva de un medicamento o toma un medicamento inadecuado para su condición médica.
Encefalopatías epilépticas
Las encefalopatías epilépticas son una enfermedad que se caracteriza por la presencia de descargas eléctricas anormales en el cerebro. Estas descargas pueden provocar convulsiones.
Traumatismos craneoencefálicos
Estos traumatismos pueden dañar el tejido cerebral y afectar el funcionamiento normal del cerebro.
Tumores cerebrales
Los tumores cerebrales, de igual manera, pueden causar convulsiones. Estas masas anormales, también pueden dañar el tejido cerebral y producir descargas eléctricas anormales en el cerebro.
¿Existen tratamientos eficaces para el control de las convulsiones?
El control de las convulsiones, es un tema al que los pacientes prestan especial atención. Por ello, me complace afirmar que sí existen tratamientos eficaces para el control de este tipo de síntomas.
Las convulsiones son manifestaciones episódicas o, incluso, crónicas del sistema nervioso central. Se caracterizan por descargas electroquímicas involuntarias, frecuentemente acompañadas por movimientos y espasmos musculares intensos.
Si bien estas manifestaciones inicialmente fueron consideradas como producto de la epilepsia, en la actualidad se reconocen como diversidad de experiencias, incluyendo diversos trastornos epilépticos y no epilépticos.
Es importante destacar que las convulsiones pueden ser diferentes desde el punto de vista clínico y terapéutico. De hecho, ser conscientes de este hecho, nos permite conocer mejor los límites y el grado de efectividad del tratamiento individualizado para cada paciente.
De acuerdo con lo anterior, es importante tener en cuenta los factores personales asociados a cada caso particular, antes de decidir sobre un plan terapéutico adecuado para su control.
En relación con los métodos terapéuticos disponibles para el manejo adecuado del tratamiento anti-epiléptico, hay dos principales abordajes: la medicación farmacológica y la rehabilitación conductual cognitiva (CBT).
Medicación farmacológica
La primera consiste en administrar fármacos antiepilépticos, con el objetivo de reducir la susceptibilidad a las crisis y/o disminuir sus efectos adversos.
Rehabilitación conductual cognitiva
Por su parte, la CBT se refiere a procesamientos cognitivamente basados para mejorar el funcionamiento cognitivo del paciente, así como su adaptación con respecto al entorno social y laboral.
Por último, otros abordajes alternativos han sido explorados en recientes investigacies como terapias farmacogenéticas u otras tecnologías relacionadas con estimuladores cerebral llamados neuromoduladores profundos.
Finalmente quiero señalar que, si bien todos estos tratamientos experimentan un nivel variable o grado de éxito, dependiendo del caso particular, lo cierto es que existen tratamientos eficaces para el control de las convulsiones que deben ser administrados cuidadosamente por un psiquiatra experimentado.
¿Cómo se puede prevenir el desarrollo de convulsiones?
Estas afecciones crónicas preocupan a las familias en todo el mundo y la comunidad científica ha realizado grandes avances para comprenderlas mejor. Muchos factores contribuyen al desarrollo y el control de convulsiones, por lo que es importante que sepamos qué hacer para prevenirlas.
En primer lugar, resulta necesario mencionar la identificación de los factores desencadenantes. Las convulsiones son inducidas por ciertos estímulos externos o internos como el:
- Sonido
- La luz
- El estrés
- Fiebre alta
Reconocer estos factores aumenta nuestras posibilidades de prevenir un episodio. Debemos tener precaución con aquellas situaciones que conllevan un mayor riesgo, para evitar que se produzca una convulsión.
Por otra parte, es importante que las personas con antecedentes familiares de convulsiones, reciban tratamiento preventivo adecuado para reducir su exposición a traumatismos cerebrales y/o medioambientales asociados con este tipo de padecimientos.
El tratamiento preventivo incluye medicamentos anticonvulsivantes recetados por un médico y ejercicios físicos regulares.
También resulta clave realizar exámenes médicos periódicamente para detectar tendencias de epilepsia tempranas antes del primer ataque epiléptico.
Es necesario destacar también que un estilo de vida saludable posee beneficios significativos sobre la disminución del riesgo de convulsiones
Esto incluye practicar actividades aeróbicas regulares, junto con un plan nutricional saludable, inspirado en frutas y verduras frescas, gran variedad de carnes magras e hidratación adecuada; esta última contribuye al mantenimiento correcto del nivel electrolítico en sangre.
Finalmente, siempre urge buscar ayuda profesional si se experimentan manifestaciones indicadoras probables no previstas, tales como: irritabilidad anormal, ansiedad sin explicación clara o letargo excesivo.
¿Qué implicaciones psicológicas puede tener una convulsión en una persona?
Desde el punto de vista de la Psicología, una convulsión se define como un episodio no voluntario en el que los músculos se contraen involuntariamente, lo que provoca cambios significativos en el comportamiento.
Estas convulsiones pueden ser leves o violentas y pueden afectar todo el cuerpo o una parte específica del mismo, como la cara o las piernas.
Las principales consecuencias psicológicas que se asocian a las convulsiones son:
- Ansiedad
- Estrés
- Depresión
Una vez que se produce la convulsión, es común sentir ansiedad debido a los síntomas físicos desagradables y al temor de sucederle nuevamente, además del estrés relacionado con la situación incontrolable e impredecible.
Por lo tanto, aquellas personas que han sufrido una convulsión son propensas a experimentar altos niveles de ansiedad durante largos períodos de tiempo.
Además de estado de ansiedad, muchas personas experimentan sentimientos prolongados de depresión después de haber sufrido una convulsión.
Esto se relaciona normalmente con sentimientos negativos acerca de cómo sus cuerpos han reaccionado durante el episodio y el temor general por las crisis recurrentes.
Muchas veces tales pensamientos llevan al individuo a sentirse dependiente y hasta desvalido ante lo sucedido.
Incluso, para aquellos sin problemas previos vinculados con la autoestima o la depresión, está existencia resulta dañina, ya que impactan directamente sobre los ánimos del individuo y generan inseguridades.
Otro factor importante cuando hablamos sobre las repercusiones psicológicas de las convulsiones es la modificación en los patrones conductuales antiguamente existentes.
Los episodios traumáticos acostumbran a generar comportamientos ambivalentes o incluso extremista dentro del paciente.
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Convulsión: Resumen
- Las convulsiones son descargas eléctricas anormales en el cerebro que causan contracciones musculares involuntarias.
- Las convulsiones pueden ser un síntoma de epilepsia, pero también pueden estar relacionadas con otros trastornos como la fiebre alta o ciertos medicamentos.
- Los signos y síntomas de las convulsiones incluyen sacudidas incontrolables, rigidez muscular, movimientos oculares descoordinados, espasmos faciales e incluso inconsciencia temporal.
- La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para prevenir complicaciones graves en caso de sufrir una convulsión epiléptica recurrente o crisis convulsivas febriles repetidas en los niños pequeños.
- El manejo de las convulsiones dependerá del tipo específico que se presente, por lo tanto es importante acudir al médico para realizar pruebas diagnósticas apropiadas para determinar la causa subyacente y recibir así el tratamiento adecuado.