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Hoy estamos aquí para hablar de un tema importante: Bipolaridad.
También se le conoce como Trastorno Bipolar y, como este nombre lo indica, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, energía y capacidad de realizar actividades.
Los individuos con Trastorno Bipolar experimentan episodios de manía o hipomanía, alternando con episodios de depresión.
A menudo se conoce como manía-depresión debido a estos cambios extremos en el estado de ánimo. Este trastorno puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona y su capacidad para desempeñarse en su vida diaria, laboral y social.
En este post, hablaremos sobre los síntomas, causas, tratamientos y posibles adaptaciones para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este trastorno.
Definición de Bipolaridad
La Bipolaridad es un trastorno mental caracterizado por ciclos emocionales extremos. Estos ciclos pueden incluir periodos de depresión profunda y estados de ánimo elevado (estados de manía).
Durante los episodios de manía, las personas afectadas generalmente tienen:
- Energía excesiva
- Necesitan menos horas de descanso
- Toman decisiones imprudentes
- Tienen el ritmo del habla y el pensamiento acelerados
En los momentos de depresión, las personas presentan síntomas como la:
- Disminución del enfoque
- Falta de motivación
- Irritabilidad
- Problemas para conciliar el sueño
- Baja autoestima
Con el tratamiento adecuado, la gente con Trastorno Bipolar puede llevar una vida relativamente normal.
¿Cuáles son los síntomas principales de la Bipolaridad?
El Trastorno Bipolar es una condición mental caracterizada por la presencia de estados alterados anímicos, que incluyen síntomas como depresión y emociones excesivamente elevadas e intensas, conocidas como manía o hipomanía.
Estos estados se suceden entre sí frecuentemente, provocando cambios radicales de humor, que pueden durar meses o incluso años.
Los principales síntomas del trastorno bipolar son la presencia de manía y depresión, así como ciclos ligeramente menores llamados hipomanía.
Episodios de manía
Los episodios maníacos generalmente implican:
- Sentimientos de euforia o exaltación extrema
- Habla rápida
- Miedos infundados respecto al futuro
- Dificultades para dormir
Durante estos episodios, los pacientes pueden sentirse más energéticos e incluso experimentar ideas ilusorias sobre quiénes son o lo que pueden realizar.
En este estado, suelen tomar decisiones basadas en impulsividad.
Episodios de depresión
Por el contrario, los episodios depresivos pueden provocar:
- Agotamiento físico y mental incapacitante
- Ansiedad extrema
- Profunda desesperanza
- Pensamientos asociados al suicidio
Episodio mixto
Además, existe la posibilidad de que un paciente experimente un episodio mixto que no se ajusta completamente a ninguno de los dos estados antes nombrados, sino a ambos en formas simultánea o alternantes.
Gravedad de la Bipolaridad
En relación con la gravedad del Trastorno Bipolar existen tres subtipos:
- Trastorno Bipolar I
- Trastorno Bipolar II
- Trastorno Ciclotímico
Trastorno Bipolar I
Es el tipo más severo entre los subtipos de la Bipolaridad, porque las emociones experimentadas por los pacientes son extremadamente grandes, tanto positivas como negativas.
Este subtipo se caracteriza por episodios de manía o episodios mixtos (manía y síntomas depresivos al mismo tiempo), alternando con episodios de depresión.
Los episodios de manía pueden ser graves y pueden incluir síntomas como sentirse muy feliz o irritable, tener mucha energía, hablar rápido, tener pensamientos acelerados y tomar decisiones imprudentes.
Trastorno Bipolar II
Este subtipo se caracteriza por episodios de hipomanía (un estado menos grave de manía), alternando con episodios de depresión.
Los episodios de hipomanía pueden incluir sentirse muy feliz o irritable, tener más energía de lo normal y tener pensamientos acelerados, pero no son tan graves como los episodios de manía en el Trastorno Bipolar I.
Trastorno ciclotímico
Este subtipo se caracteriza por episodios de hipomanía que no cumplen los criterios completos para el trastorno bipolar II, pero que alternan con episodios de depresión leve o moderada.
Los episodios de hipomanía son menos graves que los episodios de manía en el trastorno bipolar I y II y también suelen ser menos duraderos.
Es importante mencionar que estos subtipos no son estáticos y que pueden variar con el tiempo.
Estos episodios no solo generan inconvenientes personales al paciente, si no también problemas interpersonales.
Esto, debido al cambio radical en sus patrones socialmente aceptables de comportamiento, lo cual afecta su calidad de vida significativamente y requiere un abordaje terapéutico adecuado para minimizar las consecuencias del mismo.
¿Cómo se diagnostica la Bipolaridad?
En mi calidad de terapeuta, es importante entender el proceso de diagnóstico para la Bipolaridad.
Esta condición mental puede ser difícil de diagnosticar y comprender, ya que los síntomas, aunque similares para la mayoría de pacientes bipolares, también varían en intensidad y frecuencia.
Para ayudar a identificar esta condición en el paciente, es necesario llevar a cabo un cuidadoso proceso de diagnóstico combinando ciertos factores clínicos y médicos.
Examen clínico del historial familiar
Para comenzar el diagnóstico, se deben considerar los antecedentes familiares del paciente.
Los antecedentes familiares significativos pueden incluir Trastorno Bipolar en padres o hermanos, así como otros trastornos psiquiátricos o problemas emocionales.
Estas historias nos ayudan a determinar si el Síndrome Maniacodepresivo podría, de hecho, estar presente en el paciente.
Exámenes físicos
Además del examen clínico detallado del historial familiar y personal, también se deben realizar exámenes físicos completos para descartar otras posibles causas fisiológicas subyacentes, que puedan contribuir al desorden maníaco-depresivo.
También se les pueden solicitar electrocardiogramas (ECG), radiografías o análisis sangre para descartar las causas orgánicas antes de diagnosticar un Trastorno Bipolar.
Examen psiquiátrico clínico
Una vez determinado que hay una presencia significativa de historia personal y familiar relacionada con el Trastorno Bipolar, se realiza un examen psiquiátrico clínico extensivo para ayudarnos a distinguir si los síntomas son característicamente propios de la Bipolaridad.
En este examen se evalúa ampliamente la función cognitiva general del individuo comparada con las maduras normales.
Asimismo, su estado afectivo actual, desde la perspectiva emocional y conductual también es evaluada minuciosa y detalladamente.
Se lleva a cabo una cronología objetiva sobre cuándo aparecieron los primeros síntomas, su duración e intensidad; asumiendo así que durante esta etapa, psicoterapia y medicación donde sea requerida es parte fundamental del control y matizamiento correcto por parte del profesional sanitario.
Detectar patrones cambiantes
Finalmente, un criterio clave para el diagnostico de Bipolaridad es detectar patrones cambiantes entre episodios maníacos y depresivos recurrentemente dentro del transcurso de varios meses.
Esto normalmente requiere involucrar al medio ambiental próximo al individuo vigilante, así como observación exhaustiva e historial orientativo hacia quien padece el Trastorno Bipolar: adolescentes , adultos , niños .
¿Cómo se trata la Bipolaridad?
La bipolaridad genera muchos desafíos para los pacientes que la experimentan, así como para sus familiares y amigos que intentan entenderla.
A principios de todo tratamiento para el Trastorno Bipolar es fundamental un diagnóstico preciso. Los profesionales de la salud mental usan una variedad de herramientas para determinar si una persona está sufriendo de algún tipo de Trastorno Bipolar.
Estas herramientas incluyen:
- Pruebas de detección para verificar los síntomas clave
- Historiales médicos
- Evaluaciones psicológicas
A fin de recopilar detalles sobre el estado actual y pasado del paciente.
Una vez realizada la evaluación, el profesional médico determinará cuál es el mejor camino a seguir con respecto al tratamiento.
Éste puede incluir:
- Medicamentos
- Terapia individual o grupal
- Terapia familiar o social
Si la presencia de condiciones físicas adicionales influye en desempeño cognitivo del paciente, éste también puede beneficiarse con tratamientos farmacológicos en combinación con modalidades anteriores mencionadas.
Medicamentos
En cuanto a los medicamentos, existen numerosas opciones líderes en el mercado disponibles para ayudar a mejorar los síntomas del trastorno bipolar.
Pueden ser usados solos o bien combinados con otras formas de terapias mencionadas anteriormente, dependiendo de las necesidades individualizadas del paciente y su grado de evolución en relación al Trastorno Bipolar.
Terapia individual o grupal
La terapia también juega un papel importante dentro del programa general para el tratamiento del TBP (Trastorno Bipolar).
La Terapia Cognitiva-Conductual (TCC) ofrece un ambiente seguro, donde los pacientes pueden compartir sus sentimientos y hablar sobre cualquier problema que actualmente están experimentando.
El objetivo principal aquí es identificar patrones problemáticos en respuestas cognitivas y comportamentales, además de aprender nuevas formas más adaptativas enfocadas hacia la resolución positiva.
Terapia familiar o social
La Terapia Familiar o Social también tiene su partida aquí. Esta abarca un análisis detallado sobre las situaciones/contextualizaciones significativas que rodean al paciente: hogares disfuncionales, relaciones personales fragmentadas , incomprensión hacia su condición, etcétera.
Hacer un diálogo franco referente a éstas situaciones permite descubrir canales que permitan al paciente integrarse y construir vínculos sanadores.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar Bipolaridad?
La Bipolaridad es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Por eso, tener conocimiento sobre los factores de riesgo asociados con la enfermedad puede generar un gran impacto en nuestra comprensión de ella, así como nuestra capacidad para manejarla mejor.
En primer lugar, es importante señalar que existen muchos factores que contribuyen al desarrollo de la Bipolaridad. Entre ellos:
Historial familiar
Los investigadores han identificado información acerca del componente genético y cómo algunos genes relacionados con el trastorno mental influyen en el proceso.
Por ejemplo, se ha observado un mayor riesgo entre los familiares cercanos que comparten los mismos genes susceptibles.
Las personas con un familiar de primer grado con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Trauma o estrés emocional
Los eventos estresantes o traumáticos en la vida, como la muerte de un ser querido, el divorcio o un desempleo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar Trastorno Bipolar.
Estudios recientes sugieren que personas expuestas a trauma o estrés crónico durante su infancia son más propensas a desarrollar la Bipolaridad más tarde en la vida.
Ansiedad y depresión
Las personas con trastornos de ansiedad o depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno bipolar.
Consumo de drogas y alcohol
El consumo de drogas, especialmente el alcohol y las drogas estimulantes, puede aumentar el riesgo de desarrollar trastorno bipolar.
Problemas neurológicos
Algunos estudios sugieren que las personas con problemas neurológicos, como lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas, tienen un mayor riesgo de desarrollar Trastorno Bipolar.
Es importante señalar que estos factores de riesgo pueden interactuar entre sí y no necesariamente causar el Trastorno Bipolar, pero pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo.
¿Cómo la Bipolaridad afecta la vida cotidiana de una persona?
En primer lugar, quisiera profundizar en el impacto emocional que causa la Bipolaridad. Estos trastornos afectan el estado mental y emocional de quienes los padecen de forma muy significativa.
En lo emocional
Por ejemplo, durante un episodio depresivo, se suele experimentar muchas veces sentimientos como la:
- Tristeza
- Cansancio crónico
- Desesperanza
- Ansiedad
Por otro lado, durante un episodio maníaco se pueden presentar sentimientos exagerados de:
- Felicidad
- Energía excesiva
Estas fluctuaciones extremas en los estados de ánimo, pueden hacer difícil para alguien con Bipolaridad afrontar situaciones normales cotidianas como llevarse bien con alguien o mantener un trabajo estable.
Además, existe un gran riesgo para aquellos afectados por este tipo de trastorno relacionados con conductas inapropiadas y autodestructivas, debido a los altibajos emocionales presentados.
En lo físico y cognitivo
No solo se ven afectados los aspectos emocionales sino también cognitivos y físicos asociados a la Bipolaridad.
Deterioro cognitivo
Por ejemplo, el deterioro cognitivo incluye problemas para concentrarse o pensar claramente, lo que impide realizar actividades diarias sencillas como resolver problemas matemáticos o recordar fechas importantes.
Problemas físicos
por otro lado, también hay problemas físicos involucrados, como es el caso de los:
- Cambios repentinos en el peso corporal
- Insomnio crónico
- Otros síntomas generales como dolores musculares o artritis
Todos estos factores contribuyen directamente al mal funcionamiento del día a día, al impedir realizar tareas básicas normalmente realizadas sin mayor esfuerzo.
En lo social
La Bipolaridad puede afectar la vida social de una persona de varias maneras.
Durante los episodios maníacos, una persona con Trastorno Bipolar puede sentirse extremadamente motivada para interactuar con los demás, socializar y realizar actividades sociales.
Pero, durante los episodios depresivos, esa misma persona puede tener dificultad para:
- Salir de su casa
- lnteractuar con los demás
- Realizar actividades sociales
Esto puede tener un efecto significativo en su vida social, ya que puede afectar su habilidad para formar y mantener relaciones.
Además, la Bipolaridad puede afectar la vida social de una persona al afectar su autoestima, lo que puede hacer que se sienta inseguro o incómodo en situaciones sociales.
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Bipolaridad: Resumen
- La Bipolaridad es un trastorno mental caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, desde periodos de euforia o irritabilidad, hasta depresión profunda.
- Los síntomas pueden variar con los ciclos del estado de ánimo y afectan la capacidad de funcionamiento diario.
- Las causas exactas son desconocidas, pero se considera que podría ser una combinación de factores genéticos y ambientales.
- Existen diferentes tipos y grados de Bipolaridad, además hay muchas formas distintas en las que se manifiesta este trastorno mental: los episodios maníacos/hipomaníacos pueden alternarse con periodos más tranquilizantes o incluso depresivos, severamente incapacitantes para la persona afectada.
- El tratamiento incluye medicación psiquiátrica para equilibrar el estado emocional, junto con terapias conductuales y técnicas cognitivas-conductuales para aprender a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida.