Psicógeno

¡Hola a todos! Bienvenidos a psicologiaydiabetes.com, donde discutimos temas relacionados con la mente humana y la diabetes. En este post, vamos a explorar el concepto de Psicógeno.

La mente humana es compleja y puede verse afectada por diversas situaciones y factores que pueden desencadenar trastornos psicológicos. Uno de ellos es el trastorno psicógeno, el cual se caracteriza por la aparición de síntomas físicos o mentales que no tienen una explicación médica o fisiológica clara, sino que se originan a partir de un conflicto emocional o psicológico.

¿Te ha pasado que has sentido algún síntoma físico sin una explicación médica? ¿O tal vez te has sentido triste sin razón? Estas son algunas de las preguntas que vamos a abordar hoy, mientras examinamos qué es el Psicógeno. Veremos qué significa, cómo se diagnostica y cómo se trata. Esto nos ayudará a entender mejor los efectos de la mente sobre el cuerpo y cómo podemos abordar estos problemas desde una perspectiva psicológica.

¡Así que prepárate para aprender algo nuevo!

Definición de Psicógeno

El término «psicógeno» se refiere a algo que es causado o generado por factores psicológicos o mentales, en lugar de tener una causa física o biológica. En otras palabras, se trata de una condición o síntoma que es el resultado de una experiencia emocional o psicológica, en lugar de una enfermedad o lesión física.

Por ejemplo, el dolor de cabeza psicógeno es un tipo de dolor de cabeza que se cree que es causado por el estrés o la ansiedad, en lugar de una lesión o enfermedad física.

El concepto de psicogénico es importante porque está relacionado con la forma en que se entiende el origen, desarrollo e influencia de la psiquis humana.  Psicógeno también se refiere a un trastorno o enfermedad mental que se origina y se mantiene a través de los procesos psicológicos del individuo, en lugar de ser el resultado de una enfermedad física o de un trastorno del sistema nervioso central.

El trastorno psicógeno puede ser causado por factores psicológicos, como el estrés, el conflicto emocional o el trauma. Estos trastornos psicológicos, a menudo implican que el individuo tiene una percepción distorsionada de la realidad, lo que puede llevar a comportamientos desadaptados y patrones de conducta perturbados.

Los trastornos psicógenos pueden manifestarse de diversas maneras, como síntomas físicos, emocionales o conductuales, y pueden ser el resultado de una variedad de factores psicológicos, como el:

  • Trauma
  • Estrés
  • Ansiedad
  • Depresión

Algunos ejemplos de trastornos psicógenos incluyen:

  • Trastorno de conversión: en el que los síntomas físicos se presentan como resultado de un conflicto emocional o psicológico.
  • Trastorno dismórfico corporal: en el que la persona se preocupa excesivamente por defectos imaginarios en su apariencia física.

Es importante tener en cuenta que la naturaleza psicógena de un síntoma o trastorno no significa que sea menos real o importante que una enfermedad física o biológica. Los trastornos psicógenos pueden tener un gran impacto en la vida de las personas que los experimentan y pueden requerir tratamiento y atención médica.

Los principales trastornos asociados a este concepto son los:

  • Trastornos del estado de ánimo
  • Trastornos ansiosos
  • Neurosis
  • Psicosis

Estos trastornos psicogénicos pueden ser manifestados de distintas maneras, desde cambios en el comportamiento, hasta síntomas físicos, como dolor crónico o mareos.

Los tratamientos para estos trastornos tienden a combinar terapias farmacológicas, como los antidepresivos, con terapias cognitivo-conductuales, que buscan eliminar patrones disfuncionales de pensamiento que generan malestar psicológico.

La detección temprana de trastornos psicogénicos permite tener acceso a herramientas que los ayuden a recuperarse mucho antes.

¿Cuáles son los síntomas físicos relacionados con el trastorno psicógeno?

Estas afecciones clínicas se caracterizan porque los síntomas presentados se refieren a problemas físicos que no pueden explicarse a través de la medicina convencional y están asociados directamente a factores mentales o emocionales.

Astenia o cansancio mental

En primer lugar, cabe destacar que el primer síntoma físico asociado a los trastornos psicogénicos suele ser una sensación constante de fatiga crónica sin causa aparente. Esto se denomina astenia o cansancio mental y resulta muy difícil de sobrellevar, debido al agotamiento intelectual que provoca.

Dolor muscular crónico

El siguiente síntoma común es el dolor muscular crónico en varias partes del cuerpo, produciendo:

  • Calambres
  • Rigidez
  • Contracturas musculares

Esta molestia acostumbra reflejarse en las cervicales y las extremidades inferiores hasta tales extremos que, incluso, impide realizar actividades normales como caminar o sentarse correctamente.

Hiperventilación y tensión constante

En tercer lugar, es importante mencionar otros dos síntomas fisiológicos relacionados con este tipo de trastorno: la hiperventilación y la tensión constante.

El primero suele manifestarse cuando hay un desequilibrio en los niveles de oxigenación en el organismo, causado por una respiración profunda y rápida.

Mientras que el segundo, la hiperestimulación permanente generada por situaciones estresantes, acostumbra provocar:

  • Insomnio crónico
  • Temblores involuntarios
  • Cardiopatía

Sobrepeso u obesidad

Por último, pero no por ello menospreciable es la relación entre el sobrepeso u obesidad y los trastornos psicogénicos. Los primeros comprometen el bienestar emocional generando fracaso académico o laboral; además de incrementar el riesgo de desarrollar problemas metabólicos como diabetes o colesterol alto.

¿Cómo se diagnostica el trastorno psicógeno?

Durante mucho tiempo, el trastorno psicógeno ha sido una enfermedad mental muy debatida. Está relacionado con la predisposición biológica y social de las personas a desarrollar ciertos trastornos mentales o emocionales. El diagnóstico de esta patología mental es crítico para garantizar el tratamiento adecuado que permita mejorar la calidad de vida de quien lo padece.

Por lo tanto, es importante destacar los principales factores involucrados en el diagnóstico del trastorno psicógeno.

Evaluación clínica

El primer paso para diagnosticar el trastorno psicógeno es evaluar la historia clínica del paciente. Esta evaluación implica recopilar información sobre:

  • Síntomas
  • Edad de inicio
  • Duración

Además, se hace un análisis exhaustivo de cualquier condición médica preexistente o eventos estresantes significativos, ocurridos recientemente en su vida personal o profesional.

Esta información ayuda al profesional a evaluar si el paciente tiene una patología médica potencialmente relacionada con los síntomas que presenta.

Pruebas neuropsicológicas

Una vez obtenidos los datos clínicos relevantes, es necesario realizar pruebas neuropsicológicas para identificar posibles déficits neurocognitivos asociados con el trastorno psicogenético.

Se incluyen pruebas estandarizadas para medir la:

  • Memoria
  • Resolución de problemas
  • Cognición social
  • Otros procesos cognitivos que sean críticos para determinar si hay un desequilibrio mental subyacente en el paciente

Los resultados de estas pruebas son utilizados por los profesionales como parte del proceso de diagnóstico integral del paciente para determinar si hay presencia o ausencia de alteraciones neuropsicológicas, asociadas al trastorno psicorgénico.

Entrevistas clínicas detalladas

Complementarias a estas pruebas neuropsicológicas, se incluyen entrevistas clínicas detalladas, dirigidas a elucidar los patrones particulares de comportamiento y emociones presentados por el paciente. Con este fin se hace uso principalmente del DSM-5 (Manual Diagnostico y Estadístico).

El DSM-5 ofrece criterios muy precisos que permiten al profesional emitir un diagnostico correctamente codificado del trastorno presentado por el paciente; ya sea depresión mayor, trastorno bipolar u otros episodios afectivos agudos e inestables, entre otros muchos posibles.

Finalmente, es necesario decir que todos los procedimientos diagnosticados deben ser validados por terceras personas como familiares directamente involucradas en la situación psiquiátrica del paciente, a fin de corroborarlos y validarlos objetivamente. Estas terceras partes brindan información independiente acerca del nivel funcional, previo al episodio actual.

¿Cuáles son las principales teorías empleadas para tratar el trastorno psicógeno?

Como profesional de la Psicología, me ha intereso por el tratamiento del trastorno psicógeno. Esta condición mental, a menudo, se caracteriza por una variedad de síntomas mentales, emocionales y físicos. Por ello, es importante que los profesionales tengan en cuenta las principales teorías sobre cómo abordar esta dolencia para asegurar el mejor resultado posible para los pacientes.

Psicoterapia

El enfoque principal en el tratamiento del trastorno psicógeno es la psicoterapia, que puede incluir:

Terapia cognitivo-conductual

Se enfoca en los pensamientos y comportamientos del paciente, y en cómo estos pueden estar contribuyendo al trastorno psicógeno. Esta terapia ayuda a identificar patrones de pensamiento negativo y a modificarlos para mejorar el estado emocional y conductual del paciente.

Terapia psicodinámica

Se centra en explorar los conflictos inconscientes del paciente y en cómo estos pueden estar contribuyendo al trastorno psicógeno. La terapia psicodinámica busca identificar y resolver los problemas subyacentes que causan malestar emocional.

Terapia interpersonal

Se enfoca en las relaciones interpersonales del paciente y en cómo estas pueden estar contribuyendo al trastorno psicógeno. La terapia interpersonal busca mejorar la comunicación y las habilidades de relación del paciente.

Terapia de apoyo

Se enfoca en brindar apoyo emocional al paciente y en mejorar su capacidad para manejar el estrés y la ansiedad. La terapia de apoyo se utiliza cuando el paciente necesita una intervención menos intensiva o como un complemento a otras formas de tratamiento.

Terapia centrada en la emoción

Se enfoca en explorar y comprender las emociones del paciente y en cómo estas pueden estar contribuyendo al trastorno psicógeno. La terapia centrada en la emoción busca mejorar la capacidad del paciente para regular sus emociones y manejar el estrés.

Cada enfoque de la psicoterapia tiene sus propias fortalezas y debilidades, y la elección del enfoque dependerá de las necesidades específicas del paciente y del juicio clínico del terapeuta. Es importante que el paciente y el terapeuta trabajen juntos para encontrar el enfoque de tratamiento más efectivo para el trastorno psicógeno del paciente.

Terapia Dialéctica Conductual

Otra teoría empleada para abordar el trastorno psicógeno es la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), un modelo de terapia centrado en ayudar a las personas a encontrar formas saludables y sensatas para lidiar con situaciones difíciles y las emociones conflictivas que surgen durante aquellas.

Esta terapia se centra en ayudar al paciente a desarrollar habilidades para prevenir futuras crisis emocionales, regulando sus emociones mediante la comprensión de los propios patrones de respuesta ante situaciones determinadas.

Terapia Sistémica/Familiar

Un tercer modelo conceptual utilizado para abordar este tipo de trastorno se llama Terapia Sistémica Familiar (TSF). Esta ofrece un marco adicional al entendimiento del contexto familiar y entornos sociales relacionados con el trastorno psicógeno de un paciente. Establece formas prácticas para resolver problemas familiares, identificando patrones disfuncionales existentes en el hogar que puedan contribuir al desequilibrio emocional del paciente o, incluso exacerbarlo, si no son abordados adecuadamente.

La Terapia Sistémica Familiar también incluye tareas familiares diseñadas para apoyar individualmente al paciente, más allá de su contexto social inmediato.

Terapia centrada en la emoción

La terapia centrada en la emoción es un enfoque terapéutico desarrollado por el psicólogo Carl Rogers y sus colegas. Este enfoque se basa en la premisa de que las emociones son la fuerza impulsora detrás del comportamiento humano y que el bienestar emocional es esencial para una vida plena y satisfactoria.

En el contexto del tratamiento del trastorno psicógeno, esta terapia se centra en ayudar al paciente a identificar y procesar las emociones subyacentes que pueden estar contribuyendo al trastorno. El terapeuta trabaja en estrecha colaboración con el paciente para comprender sus emociones y pensamientos, y para desarrollar estrategias efectivas para manejar las situaciones estresantes que pueden desencadenar el trastorno.

Un aspecto clave de la terapia centrada en la emoción es la creación de un ambiente terapéutico empático, compasivo y sin juicios, donde el paciente se siente seguro para explorar sus emociones más profundas. El terapeuta ayuda al paciente a comprender y expresar sus emociones de manera saludable y a desarrollar habilidades para regularlas y manejarlas de manera más efectiva.

Esta terapia también se enfoca en el fortalecimiento de la relación terapéutica como un medio para facilitar el cambio emocional y conductual. Al fomentar un ambiente terapéutico seguro y respetuoso, el terapeuta puede ayudar al paciente a desarrollar un sentido de autoestima y confianza, lo que puede ser especialmente útil en el tratamiento de trastornos psicógenos donde la autoestima puede verse afectada.

En resumen, la terapia centrada en la emoción es un enfoque terapéutico efectivo para el tratamiento del trastorno psicógeno, ya que se enfoca en el procesamiento y manejo de las emociones subyacentes que pueden estar contribuyendo al trastorno. La creación de un ambiente terapéutico empático, compasivo y sin juicios y el fortalecimiento de la relación terapéutica son aspectos clave de este enfoque.

Terapia de Integración Sensoriomotora

Finalmente, existen otros modelos teóricos disponibles para abordar este tipo de trastorno.

La terapia de Integración Sensoriomotora (ISM) es un enfoque de terapia corporal que se utiliza para tratar trastornos psicológicos, incluyendo el trastorno psicógeno. La ISM se basa en la idea de que el trauma y otras experiencias difíciles pueden afectar no solo la mente, sino también el cuerpo y, por lo tanto, es necesario abordar ambas dimensiones para lograr una recuperación completa.

Esta terapia se centra en ayudar al paciente a reconocer y comprender las sensaciones corporales, emociones y pensamientos que surgen en relación con el trauma o la experiencia difícil. El terapeuta de ISM utiliza técnicas como la:

  • Respiración consciente
  • Movimiento corporal
  • Exploración sensorial

Para ayudar al paciente a conectarse con su cuerpo y con su experiencia emocional.

La terapia de Integración Sensoriomotora también se enfoca en ayudar al paciente a:

  • Regular sus emociones
  • Aprender a manejar los desencadenantes que pueden desencadenar respuestas emocionales intensas
  • Desarrollar habilidades para hacer frente a situaciones estresantes de manera más efectiva

El objetivo final de la terapia de ISM es ayudar al paciente a integrar y procesar el trauma o experiencia difícil para poder avanzar en su vida de manera saludable y funcional.

Esta terapia es útil para tratar trastornos psicológicos como el trastorno psicógeno al abordar las dimensiones emocionales y corporales del problema.

¿Qué papel juegan los factores ambientales en el desarrollo de un trastorno psicógeno?

Como psicólogo, soy una firmemente creyente de que el ambiente en el que nosotros vivimos juega un importantísimo papel en nuestro desarrollo mental y emocional. Esta importancia es aún mayor cuando hablamos de trastornos a nivel psicogénico, ya que los factores ambientales pueden influir directa o indirectamente en la aparición y profundización del malestar mental del sujeto.

Los factores ambientales no son más que aquellas influencias exteriores al sujeto, ya sean de tipo material o emocional, que inciden tanto positiva como negativamente en su estado de salud mental.

Entorno físico

En primer lugar, hay que tener en cuenta aquellos aspectos relacionados con el entorno físico en donde se desarrolla la persona; un hogar con recursos limitados será capaz de generar escasez económica, lo cual traería consigo estrés físico adicional al hecho de tener que lidiar con situaciones desafiantes a diario.

Por otro lado, un entorno social tan hostil como las guerras civiles u otros conflictos internacionales harán muchísimo daño al sistema nervioso central, dependiendo del grado de exposición del individuo.

Comportamiento humano y emocional

Además, no hay que perder de vista los factores inmediatos relacionados con el comportamiento humano y emocional; si por ejemplo, hay episodios frecuentes y prolongados de abuso físico hacia la persona dentro del hogar familiar o si ésta recibe burlas reiteradas por parte de sus iguales, sobre su aspecto físico o personalidad; es evidente que tales situaciones pueden ser causa directa o indirecta para la aparición y/u agravamiento de algún trastorno psiquiátrico.

Lo mismo podría decirse sobre la manipulación emotiva, propia de situaciones abusivas en general; un padre completamente autoritario con un hijo adolescente podría causar severas depresiones, por ejemplo.

A modalidades comunes entre aquellos factores ambientales que contribuyen a incrementar el riesgo para diversas patologías psicológicas se encuentran:

  • Estilo educativo extremadamente riguroso o permisivo sin límites bien definidos
  • Problemas y conflictos familiares sin resolver
  • Historias clínicas significativas (por ejemplo: consumismo drogas ilegales)
  • Bajas significativas en los niveles educativos
  • Exclusión social
  • Bullying físico-verbal etc

Todos estos problemas acarrean distintivamente diferentes grados y profundidades, a la hora detectar posibles patologías mentales latentes e implican necesarias acciones correctivas.

¿Cómo se puede prevenir el trastorno psicógeno?

Como psicólogo, mi primera prioridad es la prevención del trastorno psicológico. Esta es una tarea importante, ya que el trastorno psicológico puede tener graves consecuencias para la salud mental y el bienestar general de una persona. Por lo tanto, comprender cómo se puede prevenir el trastorno psicogénico es esencial para abordar de manera eficaz esta afección.

Promover la resiliencia

En primer lugar, la promoción de la resiliencia en las personas que son más vulnerables a los trastornos psicológicos es fundamental para su prevención.

La resiliencia está relacionada con la capacidad de un individuo para resistir y adaptarse positivamente a situaciones difíciles o adversas. Si bien no hay forma de prever cuándo ocurrirá un evento estresante en particular o qué tan severo será para un individuo determinado, se sabe que ciertas habilidades de resiliencia como:

  • Autocontrol emocional
  • Pensamiento flexible y proactivo
  • Autoestima
  • Sentido de control personal

Son importantes factores protectores contra los trastornos psicológicos. Por lo tanto, desde un enfoque preventivo, resulta aconsejable apoyar a las personas para que desarrollen sus capacidades individuales en estas áreas relacionadas con la resiliencia.

Promover oportunidades sociales favorables

Además de abordar los recursos individuales principales del individuo (comúnmente referidos como factores de riesgo), también resulta útil promover oportunidades sociales favorables que contribuyan a reducir el riesgo de patología mental (denominados factores protectores).

Se estima que los factores protectores actúan mejor cuando se combinan entre sí; por ejemplo, promover buenas relaciones familiares y ofrecer apoyo social en momentos difíciles reduce significativamente las probabilidades de desarrollar trastornos mentales graves.

Otros ejemplos incluyen educación financiera adecuada para garantizar la estabilidad monetaria y económica; además del acceso igualitario a servicios educativos calificados.

Por último, pero no menos importante, se deben tomar medidas preventivas adicionales, encaminadas a disminuir aquellos factores externos reconocidos comúnmente como promotoras del trastorno mental. Entre ellos destacan los comportamientos agresivos dirigidos hacia los demás; el consumo excesivo de alcohol u otras drogas; así como otros comportamientos peligrosamente imprudentes tales como conducir temerariamente o saltarse clases escolares sin motivación justificable (dentro de las excepciones permitidas por ley).

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Psicógeno: Resumen

  1. Un psicógeno es una enfermedad mental que se desarrolla principalmente a partir de factores psicológicos y no orgánicos, como el estrés, la ansiedad o los trastornos emocionales.
  2. Los síntomas de un trastorno psicógeno son muy variados y dependen del contexto individual; sin embargo, generalmente incluyen problemas para relacionarse con otros, disminución del rendimiento académico o laboral y alteración del comportamiento normal.
  3. La causa exacta de los trastornos psicogénicos aún no se ha determinado claramente; sin embargo, existen varios factores que contribuyen al desarrollo de este tipo de trastorno: biología (por ejemplo, susceptibilidad genética), ambientales (estrés crónico) y sociales (violencia).
  4. El diagnóstico temprano es importante para el manejo adecuado de los trastornos mentales asociados con el factor psicogenético; por lo tanto, si hay alguna preocupación acerca del bienestar mental propio o de un ser querido es recomendable obtener ayuda profesional inmediata.
  5. Existen varias formas exitosas de abordaje terapéutico para los pacientes con condiciones psiquiátricas originadas en motivaciones psíquicas; entre ellas están la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia racional emotiva-conductual (TREC) y las técnicas orientadas hacia solucionar problemas prácticos.

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