Bienvenidos a mi blog de Psicología y Diabetes!
Hoy os comparto un tema muy relevante para aquellas personas que viven con diabetes: la obsesión y su influencia en nuestras vidas.
La obsesión es una forma de pensamiento y comportamiento patológico que se caracteriza por ideas, pensamientos y conductas estereotipadas y repetitivas. Las obsesiones pueden manifestarse de diferentes maneras, desde pensamientos recurrentes e intrusivos hasta compulsiones y rituales que pueden afectar significativamente la vida diaria de una persona.
A menudo se asocian con trastornos de ansiedad, como el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, pero también pueden estar presentes en otros trastornos mentales.
La obsesión es un tema que ha sido objeto de estudio e interés en la psicología durante décadas. En este post, exploraremos más a fondo el concepto de obsesión, sus posibles causas y cómo puede ser tratado.
Definición de Obsesión
La obsesión es una forma de ansiedad patológica en la que el individuo experimenta pensamientos, ideas, impulsos y recuerdos recurrentes. Estas ideas pueden ser intrusivas o persistentes y estar relacionadas con algunos temas como la limpieza, la salud, la imagen corporal o el peligro.
Estos pensamientos a menudo conducen a sentimientos profundos de:
- Preocupación
- Miedo
- Angustia
La obsesión puede tomar la forma de rituales compulsivos que el individuo siente que necesita completar para evitar la ansiedad. Estos rituales son generalmente ineficaces en disminuir la ansiedad y muchas veces causan gran interferencia en el funcionamiento diario del individuo.
¿Cuáles son los signos y síntomas más comunes de una obsesión?
Como psicólogo, estoy muy consciente que las obsesiones tienen un gran impacto en la vida de los pacientes. Las obsesiones son pensamientos persistentes y recurrentes que dificultan el funcionamiento diario de una persona. Los signos y síntomas más comunes de una obsesión incluyen:
- Pensamientos irracionales
- Distorsiones cognitivas
- Ansiedad anticipatoria
- Preocupación excesiva por los detalles
- Evasión conductual
Pensamientos irracionales
Los pensamientos irracionales son la base para el desarrollo de una obsesión. Estos pensamientos pueden ser sobre temas como el control, afectar o amenazar la salud o seguridad, o cualquier cosa que se siente «mala» o malvada. Estas ideas son persistentes y exactamente las mismas pueden repetirse constantemente en la mente del paciente sin ninguna lógica detrás de ellas. Estos pensamientos intrusivos son generalmente inaceptables para el paciente, ya que alteran sus actividades cotidianas.
Distorsiones cognitivas
Además de los pensamientos irracionales, existen distorsiones cognitivas relacionadas con las obsesiones. Estas distorsiones afectan significativamente la forma en que percibimos situaciones particulares. Una persona con obsesión tiende a interpretar las situaciones de manera exagerada, lo suficientemente como para amenazar su bienestar físico o emocional.
Estas interpretaciones extremadamente rígidas conducen a comportamientos crónicamente camuflados para prevenir la posibilidad de daño real o imaginado.
Ansiedad anticipatoria
Otro signo comúnmente observado es sentir ansiedad anticipatoria, debido al hecho de tener esperanzas irrazonables relacionadas con el resultado final deseado, cuando se experimenta alguna situación desencadenante particular. La persona experimentará niveles extremadamente elevados de ansiedad, hasta lograr el resultado esperado intuitivamente.
Esto aumenta la probabilidad del comportamiento compulsivo para aligerarla ansiedad y satisfacer los requerimientos implicados en la obsesión inicialmente identificada.
Preocupación excesiva por los detalles
Al mismo tiempo, muchas personas con Trastornos Obsesivos Compulsivos, también muestran un grado elevado de preocupación excesiva por los detalles normales y no relacionados con sus experiencias erráticas existentes. En este caso específico, los detalles pueden producir grave ansiedad y numerosos conflictos internos con los pensamientos existentes.
Evasión conductual
La evasión conductual es una estrategia que utilizan algunas personas para intentar aliviar la ansiedad asociada a sus obsesiones. Consiste en evitar situaciones o estímulos que puedan activar la obsesión, y puede llevar a la persona a limitar su vida de manera significativa.
Por ejemplo, alguien con una obsesión relacionada con la contaminación, podría evitar lugares públicos o el contacto con otras personas, mientras que alguien con una obsesión religiosa podría evitar ciertas actividades o lugares considerados «pecaminosos».
Aunque la evasión conductual puede proporcionar un alivio temporal, a largo plazo puede aumentar la ansiedad y mantener la obsesión en lugar de reducirla. Como psicólogos, es importante identificar y abordar estas conductas de evasión para ayudar a las personas a aprender estrategias más efectivas para manejar su ansiedad y superar sus obsesiones.
¿Cómo pueden los profesionales de la salud mental identificar y tratar una obsesión?
Para identificar y tratar una obsesión, los profesionales de la salud mental utilizan una variedad de técnicas y herramientas. En primer lugar, es importante que el profesional realice una evaluación exhaustiva para determinar la naturaleza y la gravedad de la obsesión. Esto puede incluir:
- Entrevistas clínicas
- Cuestionarios estandarizados
- Observaciones clínicas
Una vez que se ha identificado la obsesión, el profesional puede utilizar diferentes enfoques de tratamiento para ayudar al paciente a manejarla. Estos pueden incluir:
- Terapia Cognitivo-Conductual, que implica la identificación y modificación de patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales asociados con la obsesión.
- Técnicas de exposición y prevención de respuesta para reducir la ansiedad y las compulsiones.
En algunos casos, los profesionales también pueden recetar medicamentos para tratar los síntomas de la obsesión, como los:
- Antidepresivos
- Ansiolíticos
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tratamiento debe ser personalizado y adaptado a las necesidades específicas del paciente, y que la colaboración con el paciente es esencial para lograr resultados óptimos.
¿Cuáles son algunos de los factores de riesgo para desarrollar una obsesión?
Una obsesión es un patrón de pensamiento en el que un individuo se ve inmerso en un pensamiento recurrente e involuntario, con ideas vividas en la mente que se vuelven totalmente absorbentes y pueden volverse problemáticas para la vida diaria. El trastorno obsesivo-compulsivo se describe como una forma grave de preocupación excesiva por ciertas situaciones o actividades repeticiones involuntarias, tales como lavarse las manos repetitivamente o contar cosas sin sentido.
Un individuo que sigue este patrón puede pasar mucho tiempo intentando luchar contra sus preocupaciones o actividades compulsivas y pueden experimentar ansiedad importante cuando no se cumplen sus expectativas.
Existen varios factores de riesgo para desarrollar una obsesión y lo primero que debemos considerar es la genética.
Genética
Las investigaciones han demostrado que hay indicios sólidos de que existe un componente hereditario relacionado con algunas formas del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). De ahí podemos inferir que las personas cuyos parientes directos presentan este trastorno, tienen mayor probabilidad de desarrollarlo también a lo largo de su vida.
Estilos cognitivos inadecuados
Un segundo factor importante son los estilos cognitivos inadecuados, tales como el pensamiento irracional e inferencias exageradas. Las personas con estilos cognitivos inadecuados tienden a ver el mundo a través de lentes distorsionados donde todo es amenazador.
Esta perspectiva limitada del medio ambiente puede conducir al desarrollo del TOC, donde las personas caen presa de preocupaciones constantemente repetidas, sobre temas variados relacionados con partes específicas del entorno o situaciones diarias avanzadas por dicha preocupación excesiva.
Aspectos emocionales
Finalmente, también hay aspectos emocionales relevantes relacionados con el desarrollo Obsesivo-Compulsivo. Por ejemplo, las experiencias traumáticas durante la niñez, como abuso físico o sexual, son factores importantes asociados con el riesgo de adquirir TOC en adultez temprana .
La incapacidad para procesar experiencias traumáticas desencadena problemática mental inmensa, que eventualmente se transforman en creatividad anormal conducida por la preocupación extrema, en combinación con ritualización automática repetitiva.
¿Cómo puede el entorno influir en el desarrollo de una obsesión?
Como psicólogo, me preocupa el impacto del entorno en la formación de obsesiones. Percibo que muchas personas no tienen conciencia de cómo el entorno en el que viven, sus relaciones interpersonal y su situación socioeconómica influyen profundamente en su desarrollo emocional.
Estudios realizados han demostrado que el contexto social es un factor clave para entender porqué algunas personas son más propensas a desarrollar obsesiones y Trastornos Obsesivos Compulsivos.
En primer lugar, hay que considerar el ambiente familiar como principal influencia para el desarrollo de las obsesiones. La forma en que los progenitores se relacionan entre sí puede provocar un sentimiento de inseguridad e incertidumbre en los hijos. Las actitudes críticas y estrictas pueden provocarles sentimientos de falta de control sobre su vida, miedo a la confrontación y ansiedad ante la posibilidad de fracasar.
Asimismo, variables como la falta de confianza o la sobreprotección por parte de los padres, también influyen significativamente en el riesgo potencial del niño a desarrollar obsesiones.
Por otro lado, un entorno social inadecuado y hostil contribuye también al surgimiento del TOC. El rechazo o ridiculización excesiva por parte del grupo escolar, así como un clima escolar competitivo, sin espacio para destacarse, pueden conducir a la aparición de preocupaciones generalizadas sobre no ser competente a los ojos del resto.
A largo plazo, esta situación vulnera al menor ante la propagación rápida de obsesiones que perduraran durante toda su adolescencia e, incluso, edad adulta, si no se recibe ayuda adecuada.
Además, hay factores económicos que debemos tener en cuenta. A nivel social hay un gran estigma asociado con aquellos individuos pertenecientes a familias con bajos recursos monetarios y falta de educación adecuada. Estos niños tienden a presentar menores habilidades sociales, lo cual conllevara mayor ansiedad frente al conjunto escolar y profunda soledad; siendo estas dos circunstancias factores determinantes en la aparición o agravamiento del TOC.
Con base en lo anteriormente expuesto podemos inferir claramente como el entorno influye directamente en nuestro desarrollo psicológico y como baja autoestima junto con factores externos predisponen a la aparición de trastornos cognitivo y/o de obsesiones.
¿Qué tratamientos son más efectivos para tratar una obsesión?
Una obsesión es una preocupación irracional e intensa sobre algo. Estas preocupaciones suelen ser difíciles de controlar, muchas veces haciendo que el individuo pierda la capacidad para llevar a cabo sus actividades cotidianas normales. En general, los pensamientos obsesivos causan ansiedad y malestar emocional. Si no se trata, la obsesión puede afectar la vida del paciente tanto física como mentalmente.
Hay dos principales enfoques para el tratamiento de las obsesiones:
- Terapia Cognitiva Conductual (TCC)
- Exposición con Respuesta Prevenida (ERP)
Terapia Cognitiva Conductual
La Terapia Cognitiva Conductual se basa en el concepto de que nuestros pensamientos influyen directamente en nuestro comportamiento. El objetivo es ayudar al paciente a desarrollar nuevas formas más adaptativas de pensar acerca del tema que lo preocupa; que lo ayudan a entender por qué está teniendo cuidados inválidos, sus consecuencias negativas y cómo modificarlos para favorecer su salud mental y bienestar.
Exposición con Respuesta Prevenida
La Exposición con Respuesta Prevenida implica exponer al paciente a objetos o situaciones reales relacionadas con sus obsesiones; esto para aprender habilidades adecuadas para controlar o disminuir la ansiedad producida por los objetos u situaciones presentadas.
En mi experiencia como profesional, he encontrado que implementar ambas terapias es muy útil para abordar los síntomas de las obsesiones. La ERP puede ser útil si hay situaciones o cosas concretas involucradas en la preocupación del paciente, mientras que la TCC explora qué desencadena inicialmente los temores exagerados del individuo. Esto ayuda a comprender mejor cómo funciona el cerebro humano y qué pensamientos son válidos y cuáles son innecesarios.
Además del uso combinado de ERP y TCC como tratamiento combinado para las obsesiones, existen opciones farmacológicas para algunos pacientes con estadios avanzados del problema. Sin embargo, considerando los posibles riesgos asociados con este tipo de medicamentos, deben tomarse solo bajo supervisión estricta médica o psiquiátrica, previamente evaluada.
Finalmente, es importante mencionar que el éxito total del tratamiento depende tanto del compromiso del paciente, como también de su profundo deseo y determinación por vencer su problema asociado con la obsesión; ya sea siguiendo los planes terapéuticos propuestos por el terapeuta o pasando por un procesamiento farmacológico cada vez más personalizado dentro del campo psiquiátrico.
Obsesión: Resumen
- Una obsesión se caracteriza por la recurrencia de ideas, pensamientos y deseos que el individuo no puede controlar.
- Las personas con obsesión suelen realizar una serie de comportamientos compulsivos para intentar eliminar el malestar producido por las ideas recurrentes.
- La obsesión es un trastorno muy común que afecta a muchas personas en diferentes grados e intensidades; sin embargo, no todas requerirán tratamiento o terapia psicológica para superarlas.
- El tratamiento psicológico para la obsesión consiste principalmente en técnicas cognitivas-conductuales (TCC) que ayudan al paciente a identificar sus patrones irracionales de pensamiento y luego cambiar estos patrones mediante exposición gradual al objeto o situación temida así como por aprendizaje de habilidades relacionadas con la autoaceptación y autocontrol emocional.
- Es importante destacar que existen herramientas preventivas sencillas contra los síntomas obsesivos, entre ellas mantenerse activo/a física y mentalmente, mejorando nuestro bienestar general, practicando actividades relajantes como yoga o respiratorias además del uso racional de sustancias psicoactivas, como cafeína y alcohol.