En Psicodiabetes.com Estamos comprometidos a proporcionar información sobre cómo gestionar los desafíos únicos asociados con trastornos como la Dislalia.
Este es un trastorno del habla que se caracteriza por la presencia de dificultad para pronunciar correctamente ciertas consonantes o sílabas.
La Dislalia puede ser causada por problemas físicos, como problemas de masticación o de respiración, o por problemas emocionales o psicológicos, como el estrés o la ansiedad.
Padecerlo puede afectar la calidad de vida de una persona y su capacidad para comunicarse con eficacia en situaciones sociales y laborales.
En este artículo, cómo entender mejor la Dislalia, sus síntomas y cómo se diagnostica y trata. También discutiremos cómo la Dislalia puede afectar la vida de una persona y cuándo buscar ayuda profesional, si sospechas que tú o alguien cercano puede tener este trastorno del habla.
Definición de Dislalia
La dislalia es un trastorno del lenguaje que se caracteriza por dificultades para producir sonidos, sílabas o palabras completas al hablar.
Está relacionado con la pronunciación anormal y con dificultades para coordinar los movimientos necesarios para producir sonidos correctamente.
La Dislalia de lenguaje puede afectar tanto a niños como adultos.
Los síntomas de la dislalia incluyen la:
- Repetición y distorsión de sonidos
- Omisión de sonidos
- Sustitución de sonidos por otros
- Retraso en el desarrollo del lenguaje
- Incapacidad para pronunciar palabras
Los tipos más comunes de Dislalia son la fonológica, la articulatoria y la verbal. La mayoría de las veces este trastorno se presenta en combinación con otras dificultades del lenguaje.
¿Cómo se diagnostica la Dislalia?
Como profesor de psicología, a menudo me veo confrontado con el desafío de diagnosticar la Dislalia. La disfonía es un trastorno del lenguaje caracterizado por problemas en la producción y pronunciación correcta de los sonidos del lenguaje, acompañados a veces por dificultades en la comprensión y expresión adecuadas.
Aunque pueden existir algunas situaciones en las que los síntomas pueden ser visibles a simple vista, el proceso de diagnóstico suele ser más complejo.
Primero, comienzo con recoger información importante sobre el hablante probablemente afectado para confirmar sospechas iniciales. Obtengo datos tanto anamnésticos como familiares y biológicos.
Estos datos incluyen preguntas acerca del desarrollo normal o anormal del niño/niña así como cualquier tipo de discapacidad o trastornos mentales, tales como retraso del habla, dificultades auditivas o discapacidades motoras. De manera que obtenga un perfil más completo del sujeto.
Un paso crucial después de esta etapa preliminar es evaluar directamente el hablante potencialmente afectado, realizando exámenes clínicos verbales pertinentes.
Por ello, debemos considerar factores tales como la edad cronológica y mental estimada al momento de la conversación, la naturaleza del contexto familiar y escolar en que se desenvuelve diariamente; así como medir las destrezas lingüísticas existentes, en comparación con las destrezas lingüísticas normativas para su edad (tal como el uso adecuado del vocabulario).
En este sentido son test orales imperantes para determinar cualitativa y cuantitativamente los problemas presentados por el paciente tales como entonación o fluidez.
Esta evaluación se realiza por un adulto experimentado (generalmente un fonoaudiólogo o logopeda).
Una vez completada esta etapa se procederá a interpretar los resultados encontrados para ver qué anomalía hay presente (por ejemplo inferencias sobre articulación irregular).
Seguidamente, remitir al paciente hacia otros especialistas, si fuera necesario, donde podrán realizarse test neuropsicológicos para descubrir cualquier deficiencia neuropsicológica presente, sin mencionar exámenes auditivos, audiometría temporal con estímulo tonal y vocal asociada con ABR potencial evocado vestibular.
¿Cuáles son los tratamientos comunes para la Dislalia?
En los últimos años, la dislalia se ha convertido en uno de los trastornos del habla más comunes en los niños. De acuerdo con el Instituto Estadounidense de Trastornos del Habla y Lenguaje, se estima que la dislalia afecta al 7% de los niños menores de 5 años.
La dislalia se define como un trastorno específico del habla y del lenguaje que se caracteriza por dificultades en la producción de sonidos, ritmo o fluidez al hablar.
Los síntomas varían de leve a grave y pueden incluir tics, tartamudeo e incluso problemas para pronunciar sonidos correctamente. La buena noticia es que la Dislalia se puede tratar con éxito si se detecta temprano.
Uno de los primeros pasos para tratar la Dislalia es buscar ayuda profesional. Si cree que su hijo presenta síntomas de Dislalia, lo mejor será consultar con un terapeuta del habla o fonoaudiólogo experimentado para realizar una evaluación completa.
Estas evaluaciones generalmente implican pruebas fonéticas realizadas por un profesional calificado para medir la producción y comprensión del lenguaje. Luego, el especialista puede recomendar tratamientos adecuados basados en las necesidades individuales del niño.
Los tratamientos comunes para la dislalia incluyen:
Terapia de lenguaje
Esta terapia implica trabajar con un terapeuta del habla y del lenguaje para mejorar la capacidad de una persona para producir sonidos y palabras de manera correcta.
La terapia de lenguaje puede incluir ejercicios de pronunciación y de respiración, así como ejercicios para fortalecer los músculos de la boca y de la lengua.
Terapia ocupacional
Esta terapia puede ayudar a las personas con Dislalia a mejorar su habilidad para realizar actividades cotidianas que pueden requerir hablar, como comunicarse en la escuela o en el trabajo.
Terapia física
Esta terapia puede ayudar a fortalecer los músculos de la boca y de la lengua y puede ser útil para personas con Dislalia debido a problemas físicos.
Terapia de lenguaje alternativo
Si la Dislalia es grave y no se puede tratar con éxito, es posible que se recomiende el uso de un lenguaje alternativo, como el lenguaje de señas o la comunicación, a través de dispositivos de comunicación aumentativos y alternativos (AAC).
Es importante recordar que cada caso de dislalia es único y el tratamiento adecuado dependerá de la gravedad de la condición y de las necesidades individuales de cada persona. También es importante trabajar con un profesional de la salud calificado para determinar el tratamiento más adecuado.
¿Qué factores pueden contribuir al desarrollo de la Dislalia?
Como psicólogo, estoy familiarizada con el término Dislalia. Esta condición es un trastorno del habla que se caracteriza por dificultades para articular correctamente algunas palabras o sonidos.
Si bien esta condición es común en los niños, también puede afectar a los adultos. Por ello, quiero hablarte de qué factores contribuyen al desarrollo de este trastorno.
Al considerar las causas de la Dislalia, es importante reconocer que varían según la edad de la persona.
La mayoría de los niños se desenvuelven sin ningún problema, sin embargo, otros pueden experimentar ciertos retrasos en el habla debido a una serie de factores. Estos factores incluyen:
- Fatiga crónica
- Falta de estimulación temprana del lenguaje
- Problemas auditivos o fonológicos
Falta de estimulación temprana del lenguaje
En cuanto a los bebés y niños pequeños, un factor que puede contribuir al retraso del lenguaje y el desarrollo de la Dislalia es el déficit en el estimulación temprano del lenguaje.
Es decir, si un niño no recibe suficientes estimulaciones verbales antes de sus 24 meses, entonces existe un riesgo significativo para el retraso en su habla.
Por consiguiente, los padres deben proporcionarles frecuentemente conversaciones interactivas con sus hijos para construir sus destrezas lingüísticas adecuadamente durante este periodo crítico del desarrollo del lenguaje.
Problemas auditivos o fonológicos
Otra causa común de retraso en el habla y desarrollo de la dislalia son los problemas auditivos o fonológicos.
Estas dificultades tienden a impedir que el cerebro interprete correctamente los sonidos emitidos por otros y complican la capacidad del individuo para producir verbalmente palabras y frases complejas correctamente.
Por lo tanto, si sientes que tu hijo presenta un discurso articulado correctamente o realiza muchas interrupciones cuando habla con otros, entonces podría ser recomendable solicitar al médico evaluaciones auditivas para descartar problemas relacionados con audición subyacentes.
Fatiga crónica
Finalmente, la fatiga crónica también puede desempeñar un papel importante en el desencadenamiento y mantenimiento de la dislalia en chicos más grandecitos.
La fatiga crónica normalmente hace referencia al cansancio excesivo causado por situaciones emocionalmente persistentes o lesiones musculares repetidas. Y usualmente este cansancio acarrea efectos secundarios negativos.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la Dislalia?
El diagnóstico de este trastorno se realiza generalmente durante los primeros años de vida, cuando los niños comienzan a usar palabras y frases para expresarse.
Aunque inicialmente se considera un retraso temporal en el proceso de desarrollo del lenguaje, hay algunas complicaciones a largo plazo que pueden ser causadas por la Dislalia.
Estas complicaciones inciden sobre la capacidad para comunicarse adecuadamente, lo cual influye considerablemente en otros aspectos de la vida cotidiana del individuo afectado.
Un efecto notorio es el impacto sobre el autoconcepto del individuo afectado. Debido al rechazo social que existe hacia aquellos con discapacidades físicas o mentales, los niños con dislalia suelen sentirse marginados y excluidos por sus compañeros.
Al verse incapaces de hablar bien o pronunciar las palabras correctamente, no sienten parte del grupo y su autoestima suele verse muy reducida.
Otro efecto importante es el riesgo que corren los individuos con Dislalia de desarrollar problemas emocionales como ansiedad o depresión, debido a su incapacidad para comunicarse adecuadamente con los demás.
Estas dificultades para interactuar también pueden tener repercusiones sociales importantes, ya que les impide hacer amigos, formar relaciones significativas o encontrar apoyo social necesario para afrontar los problemas diarios.
Además, muchas veces los niños con este tipo de discapacidad tienen dificultades para comprender una materia escolar por completo debido a problemas específicamente relacionados con la lectura, escritura o entendimiento verbal; limitándolos en su desempeño académico.
Algunos también sufren retrasos neuropsicológicos como consecuencia de esta condición, lo que les impide desempeñarse normalmente entre sus compañeros de clase y les provoca una situación adicional de tensión emocional y frustración al momento de realizar el proceso de aprendizaje y comprender los temas más allá del nivel académico exigido por la materia, impidiendo así un largo plazo de evolución y crecimiento personal.
¿Qué recursos están disponibles para ayudar a las personas con dislalia?
En mi experiencia como psicólogo con el tratamiento de Dislalia, he visto una amplia variedad de recursos útiles que se pueden ofrecer a personas con esta condición.
Estas estrategias incluyen, entre otras:
- Ayuda para la pronunciación
- Refuerzo positivo
- Educación sobre hablar de forma clara y fluida
Estos recursos pueden contribuir positivamente a un mejor habla y comunicación.
Ayuda para la pronunciación
Esto involucra trabajar con individuales o grupos para practicar habilidades de articulación, donde se enfoca en abordar sonidos individuales o palabras específicas que se ven afectadas por el problema del discurso.
Mediante técnicas tales como ejercicios auditivos, visuales y orales, los profesionales pueden ayudar al paciente a mejorar su comprensión auditiva y su definición fonética.
Algunas personas con Dislalia también necesitan aprender cómo controlar la velocidad de su discurso; así que existen herramientas especialmente diseñadas para ayudarlos a mantenerse dentro del rango normal al hablar.
Refuerzo positivo
Además de la distinción fonética y la velocidad adecuada del discurso, el refuerzo positivo también puede ser de gran ayuda. El refuerzo positivo consiste en darle al paciente un gran apoyo emocional cuando realiza progresos significativos en su curso de terapia del lenguaje.
Esto les permite sentirse motivados para continuar sus esfuerzos para mejorar su discurso y les anima a identificarse como parte del proceso de curación, sin sentirse atemorizados o preocupados por posibles fallos futuros.
Educación sobre hablar de forma clara y fluida
Los profesionales también deben educarse en las expectativas sociales relacionadas con cómo habla un individuo correctamente durante conversaciones diarias.
Proporcionándole al paciente información sobre cómo encontrar expresiones adecuadas dentro del contexto social relevante, puede ser muy útil en el camino hacia lograr un habla fluida e independientemente lúcida .
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Dislalia: Resumen
- La Dislalia es un trastorno del lenguaje que afecta la articulación de los fonemas y sílabas, haciendo difícil el habla correcto.
- Los factores desencadenantes pueden ser diversos, desde problemas auditivos hasta defectos en el aprendizaje escolar o retraso mental leve.
- Existen distintos grados de severidad para este trastorno, dependiendo del nivel de afectación en la pronunciación de los sonidos y palabras clave para comunicarse con otros interlocutores.
- Para diagnosticarlo se recurre al uso exámenes clínicos por parte profesionales cualificados e historial médico del paciente para determinar las causas subyacentes
- El tratamiento adecuado consistirá en un entrenamiento terapéutico focalizado en mejorar la articulación de los sonidos y letras mediante técnicas específicas como vocalizaciones, reduciendo gradualmente el grado de Dislalia presentada por el individuo.